Todos los países tienen himnos y banderas, pero solamente cuando los pueblos han puesto en ellos, una y otra vez, su sangre, su voluntad entregada y su esperanza, se convierten en símbolo cargado de
sentido, que trasciende a cada uno y que une a todo, aun a lo mas diverso, que vuelve solida la relación del pasado con el presente y que es capaz de hacernos creer en el porvenir y movernos hacia el.