17 mar 2010


Estos arboles que no se llenan los bolsillos de aguaceros que no solo viven de verdes pensamientos amarillos sino que le sacan puntas a las hojas para adelantarse al rumbo venidero de sus frutos.

Estos arboles que aprenden con la lluvia a no mojarse los pies, aun cuando el agua les suba a la cintura.

Estos arboles se comunican con la doncella que esta con dolores para que multiplique el numero de su amante por si misma, para que pueda decir amado multipicate dentro de mi, para cuando la emocion se acerque a su cuadrado tu la imaginacion pautine la palabra con labios.

Estos arboles le dan albergue a la opinion desamparada que tan elocuentemente cultiva la roniña donde la madera verde de la lluvia le brota en llamaradas por los dedos.

Aquellos arboles producen la tela y combustible de sus juegos con la nieve imposible del verano con lo que sucede en la noche de abril de cualquier mes de mayo para que lo imposible escale en el gozo de su desventura la cima infrangiable de lo que la claridad no deja ver.

Aquellos arboles ponen a madurar su ira en su venir aprendiendo a salir en su llegar...

3 mar 2010

Uno crece


Imposible atravesar la vida ...
sin que un trabajo salga mal hecho,
sin que una amistad cause decepción,
sin padecer algún quebranto de salud,
sin que un amor nos abandone,
sin que nadie de la familia fallezca,
sin equivocarse en un negocio

Uno crece cuando no hay vacío de esperanza,
ni debilitamiento de voluntad, ni pérdida de fe.
Uno crece cuando acepta la realidad y tiene
aplomo de vivirla.

Cuando acepta su destino, pero tiene la
voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando lo que deja por detrás,
construyendo lo que tiene por delante y
proyectando lo que puede ser el porvenir.

Crece cuando supera, se valora, y sabe dar frutos.
Uno crece cuando abre camino dejando
huellas, asimila experiencias... ¡Y siembra raíces!

Uno crece cuando se impone metas,
sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios,
cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes,
cuando cumple con su labor.

Uno crece cuando se es fuerte por carácter,
sostenido por formación, sensible por temperamento...
¡Y humano por nacimiento!..
Uno crece cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas.
Recoge flores aunque tengan espinas y
marca camino aunque se levante el polvo.
Uno crece cuando se es capaz de afianzarse con residuos de ilusiones,
capaz de perfumarse, con residuos de flores...
¡Y de encenderse con residuos de amor...!

Uno crece ayudando a sus semejantes,
conociéndose a sí mismo y dándole a la vida más de lo que recibe.
Uno crece cuando se planta para no retroceder...
Cuando se defiende como águila para no dejar de volar...
Cuando se clava como ancla y se ilumina como estrella.
Entonces...
Uno Crece.